Dilma Russef fue destituída de la presidencia de Brasil luego de que 61 senadores votaran a favor de que abandone el cargo, sin embargo no está inhabilitada para ejercer actividades políticas.
En total se necesitaban 54 votos para que la ahora ex presidenta del vecino país deje de ejercer funciones como tal. Los votos a favor de esa decisión ascendieron a 61, contra solo 20 votos que demostraban una postura contraria a su salida.
Luego de la primera votación, se procedió a una segunda, donde miembros de la Cámara de Senadores, tras un debate entre opositores y oficialistas, decidieron que Rousseff no quedará inhabilitada para realizar actividades políticas u ocupar cargos públicos durante 8 años, como temían los del segundo sector, ya que así lo dispone el marco del impeachment.
De esta manera, con 42 votos a favor, 36 en contra y 3 abstenciones, la líder del Partido dos Trabalhadores (PT) conserva el derecho a la actividad pública y política.
Foto: telesurtv