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La presencia del director del diario regional Vanguardia, Nelson Zapata, en la Junta Municipal, el martes pasado, fue calificada por otros trabajadores de prensa como “inusual”, porque que allí también estaban una periodista y un fotógrafo de ese medio, haciendo la cobertura.

En medio de los disturbios, una turba encabezada por la hoy imputada Aida Molinas arremetió contra el mencionado director, quien sufrió una tremenda golpiza y al día siguiente se ratificó en su denuncia ante la Fiscalía. Tal hecho desembocó en la solidaridad de muchos colegas con Zapata, quien tuvo una lesión en la cabeza y una fisura en la costilla.

Sin embargo, varios periodistas aprovecharon la oportunidad para lanzar mensajes de “reflexión” para la víctima, quien tiene a su cargo a varios trabajadores de prensa en Vanguardia, quienes supuestamente reciben constantes maltratos psicológicos por parte del ahora agredido.

Nelson Zapata habría coartado la libertad de prensa a sus funcionarios, especialmente en los casos en que su patrón, Aldo Zucolillo, tenga intereses de por medio, como la Inmobiliaria del Este, Núcleo (Personal) y el banco Atlas.

La comunicadora social Noelia López hizo alusión con lo acontecido con Zapata y dedicó estas palabras: “Que una fisura en la costilla pueda hacerte entender (pena que de esa manera) que tenés que valorar a los trabajadores como vos, y que te haga tomar conciencia de que "tus trabajadores tienen tanto derecho a ser respetados en su labor como el respeto que ahora vos exigís. Que tu jerarquía o tu status no te impida apreciar el valor de quienes te sirven".
Algunos periodistas, como Héctor Guerín, Claudia Coronel y Silvia Sosa “secundaron” lo manifestado por López a través del Facebook.

ESTAFA A TRAVÉS DE IPS

Otro de los hechos callados por periodistas de Vanguardia, es la supuesta estafa que están sufriendo mensualmente, consistente en el descuento del aporte correspondiente al Instituto de Previsión Social (IPS), pero el diario no abona el importe correspondiente a la previsional.

Hace aproximadamente 4 meses, el periodista Osvaldo Brítez desnudó la “estafa”, cuando un familiar suyo debió internarse en el IPS, pero allí rechazaron al paciente, porque la patronal tenía una millonaria deuda con dicha institución estatal. El trabajador reclamó airadamente tal situación, incluso ante sus compañeros de dicho medio.

Zapata prácticamente fue obligado a enviar a una funcionaria del área administrativa hasta el hospital de la previsional, para firmar un compromiso de pago. Mediante eso, el paciente pudo ser internado.

El haber reclamado ese derecho, a Brítez le habría costado el puesto, pues, coincidentemente, días después fue despedido.